El viernes se celebró la primera etapa, una etapa de 60,81 km y más de 1800 metros de desnivel, sobre el mapa mucho más dura que el año pasado. De salida se va muy fuerte y eso que sopla mucho viento en contra, un ritmo impresionante en esas condiciones. Después de mucha pista y una pequeña zona de descenso por senda llegamos a Daroca y comenzar la subida a Moncalvillo. La subida es diferente el año pasado que era casi toda por pista, algo más dura y con terreno más variado. Senda de bajada con mucha piedra y muy técnica, luego un tramo de senda al lado de un pequeño canal en el cual nos debemos meter varias veces y tras una bajada rápida llegamos a la zona de avituallamiento que está cerca de Sorzano. Mas pista y como colofón final el tramo nos va acompañar todos los días, los últimos 10 kilómetros que son una senda entre pinos muy rápidos, zonas técnicas y pequeñas subidas que ya hicimos el año pasado y por lo cual ya conocíamos de sobra. Esta vez justo antes de llegar a Logroño nos meten una pequeña zona para no olvidarnos que esto es BTT.
El sábado nos esperaban 82,69 Km y 2271 metros de desnivel, Otra vez muy rápido y peligroso de salida hasta Viguera, ahí comenzaban las primeras rampas que nos lleva a senda por la calzada romana, tramo divertido con continuos sube y bajas, zonas de todo tipo que no lleva hasta Torrecilla En Cameros. Tras pasar Nestares comenzaba la gran trampa del dia, una subida por una senda con un colofón final que te dejaba a pie de la pista que sube hasta Moncalvillo. No sé cuántos kilómetros tendría esa senda de subida pero se me hicieron largos. Una vez en Moncalvillo comenzamos el descenso de la senda de las neveras. Mítico y largo descenso de la zona en el cual no descansas en ningún momento y necesitas que lo brazos estén frescos. A partir de Sojuela solo queda pistear y el final común para rematar un poco.
El domingo para no ser menos en 66,47 Km nos meten 2015 metros de desnivel. Se sale a mil hasta Alberite donde una pequeña subida rompe el grupo, luego entre viñedos siempre en ligero ascenso cada una va a su sitio. Subimos hacia Clavijo y luego sin descanso hacia Pico Somero y Luezas, donde comenzamos otro mítico descenso por la Senda Bonita, espectacular pero en la que hay que hilar fino. Nos toca volver a subir un poco más y luego bajar hacia Nalda por terrenos muy secos y peligrosos. Tras Nalda solo nos queda un rápido llaneo y el final común.
En cuanto a mis sensaciones, pues malas para que nos vamos a engañar, el primer día vi que la cosa no iba bien no cogía ritmo. El segundo una caída justo al entrar a la calzada romana me dejo tocado a mí y al caballo, pero para la velocidad que iba y como fue la caída contento puedo estar que solo fue eso, pero el día se torció un poco desde el inicio. El domingo ya revente, tras una salida buena en la primera subida hice plof y ya no me recupere, sufriendo todo el recorrido con solo el objetivo de terminar. Una pena porque pensaba que llegaba bien pero estas carreras no perdonan. Un placer volverme a encontrar con caras conocidas.
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